lunes, 5 de mayo de 2014

 
Volver a casa, ¿cómo se hace?
En principio, volviendo! Es decir, acercándote a tu parroquia, hablando con el párroco. Quizá quieras explicarle tu situación de alejamiento, las razones. O quizá te dé vergüenza y prefieras simplemente ir a una de las misas del próximo domingo.
Puede ser, también, que aún prefieras pensártelo un poco más, porque cuando des el paso, quieres hacerlo con todas las consecuencias.
En todos los casos, la libertad es muy importante. La Iglesia Católica es madre, y como madre te entenderá.
Ayer justamente dijo el papa Francisco estas palabras en el rezo del Ángelus:


 "También nosotros llegamos a menudo a la Misa dominical con nuestras preocupaciones, nuestras dificultades y desilusiones. La vida a veces nos hiere y nos vamos tristes (...) Nos alejamos de Dios. Pero nos acoge la Liturgia de la Palabra: Jesús nos explica las Escrituras y reenciende en nuestros corazones el fuego de la fe y de la esperanza y en la comunión nos da fuerza. Palabra de Dios y Eucaristía: leer cada día una parte del Evangelio, recuérdenlo bien, leer cada día una parte del Evangelio y los domingos ir a hacer la comunión, a recibir a Jesús. Así sucedió con los discípulos de Emaús, han recibido la Palabra, han compartido la fracción del pan, y de tristes y derrotados que se sentían, se sintieron alegres. Siempre, queridos hermanos y hermanas, la Palabra de Dios y la Eucaristía nos llenan de alegría. ¡Recuérdenlo bien! ¡Cuando tu estás triste o algo así, toma la Palabra de Dios! ¡Cuando tú estás desanimado, toma la Palabra de Dios y ve a la Misa del domingo a hacer la Comunión, a participar del misterio de Jesús! Palabra de Dios, Eucaristía: nos llenan de alegría."

Piénsalo, qué quieres hacer y cómo quieres hacerlo. Pero si sientes esa especie de nudo cada vez que pasas por una iglesia, esa llamada dentro de tu corazón, eso es el Señor llamándote.Hasta pronto,cristina

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