lunes, 28 de julio de 2014

El nido doblemente vacío.

Hoy, un recuerdo muy especial por todas aquellas madres, y padres, que -sin quererlo así- pasan su tiempo de descanso separados de sus hijos.
Una oración por todos ellos, por todos nosotros...

martes, 15 de julio de 2014

El reto del verano

Os propongo un reto para estas vacaciones. ¿Qué tal si elegís a una persona en concreto  y hacéis que este sea un verano memorable para ella?
Puede ser alguien de la familia, un amigo. Puede ser a través del contacto en persona. O quizá podéis hacer algo por teléfono, si es una persona lejana...
Cada uno sabréis, verdad que sí?
Yo ya sé a quién dedicar mis desvelos��.
Ánimo y a por un verano memorable!

domingo, 8 de junio de 2014

El gran desconocido (y II)

El gran desconocido (y II)

Hoy es el día de Pentecostés, fiesta en que celebramos que el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles en el cenáculo de Jerusalén, donde estaban escondidos. El Espíritu Santo será el responsable, con sus dones, de que salgan de su encierro. Él les quita el miedo, les anima, les mueve y los llena de fuerza, una fuerza interior inexplicable humanamente.

Podemos comprender cuáles son esos dones en esta oración, tomada de la página Corazones.org:

Ven, Espíritu Creador, visita las almas de los fieles; e inunda con tu gracia los corazones que Tú creaste.Espíritu de Sabiduría, que conoces mis pensamientos más secretos, y mis deseos más íntimos, buenos y malos; ilumíname y hazme conocer lo bueno para obrarlo, y lo malo para detestarlo sinceramente.

Intensifica mi vida interior, por el 
don de Entendimiento.
Aconséjame en mis dudas y vacilaciones, por
 el don de Consejo.

Dame la energía necesaria en la lucha contra mis pasiones, por el 
don de Fortaleza.

Envuelve todo mi proceder en un ambiente sobrenatural, por el 
don de Ciencia.

Haz que me sienta hijo tuyo en todas las vicisitudes de la vida, y acuda a Ti, cual niño con afecto filial, por el 
don de Piedad.

Concédeme que Te venere y Te ame cual lo mereces; que ande con cautela en el sendero del bien, guiado por el 
don del santo Temor de Dios; que tema el pecado más que ningún otro mal; que prefiera perderlo todo antes que tu gracia; y que llegue un día a aquella feliz morada, donde Tú serás nuestra Luz y Consuelo, y, cual tierna madre; enjugas “toda lágrima de nuestros ojos”, donde no hay llanto ni dolor alguno, sino eterna felicidad. Así sea.
Feliz día de Pentecostés.
Hasta muy pronto,
cristina


viernes, 30 de mayo de 2014

El gran desconocido (I)


El gran desconocido (I)



Se va acercando el día de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo. ¿Quién es el Espíritu Santo? Muchos tenemos siempre en la cabeza la imagen de una paloma, un fuego, unos rayos de luz intensos...
Y es lógico que nos resulte abstracto. Dios es único, pero tiene tres personas: el Padre, que nos representamos siempre con la imagen de un venerable anciano de barba blanca y brazos acogedores...aunque nadie lo haya visto nunca. 
La segunda persona es el Hijo, Jesucristo, del que sí que nos hacemos una idea más aproximada (por ejemplo, con los datos que da la Sábana Santa) y con razón: es la única de las tres personas de Dios que se ha hecho hombre, uno de nosotros y como nosotros en todo (excepto en el pecado, claro)
Pero la tercera persona, de la que Jesús nos hablaba y que nos prometió que nos enviaría...resultó ser un ruido, un fuerte viento, unas llamas de fuego sobre las cabezas y una serie de signos de que algo extraordinario estaba pasando: los apóstoles dejaron de ser cobardes miedicas encerrados y salieron por todas partes a hablar de Dios y salvación, y lo hacían en todas las lenguas del mundo!!!
A mí la definición que más me ayuda a representarme al Espíritu Santo es la de que es el amor entre el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo es el amor de Dios, el amor con se aman el Padre y el Hijo y el amor con que Dios nos ama a nosotros, sus criaturas. Una de las cosas que más me fascinan es que...podemos pedirle a Dios que nos dé ese amor para amarle. Y lo que ganamos es: amamos a Dios y además le amamos con el mejor amor posible, el que es digno de Él, el que procede de Él. Amar así a Dios, en sus tres Personas, nos llena de gracias, que también nos vienen dadas por el Espíritu Santo, en forma de sus frutos y sus dones.
Pero de esto hablaremos otro día...
Hasta pronto,
cristina