domingo, 8 de junio de 2014

El gran desconocido (y II)

El gran desconocido (y II)

Hoy es el día de Pentecostés, fiesta en que celebramos que el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles en el cenáculo de Jerusalén, donde estaban escondidos. El Espíritu Santo será el responsable, con sus dones, de que salgan de su encierro. Él les quita el miedo, les anima, les mueve y los llena de fuerza, una fuerza interior inexplicable humanamente.

Podemos comprender cuáles son esos dones en esta oración, tomada de la página Corazones.org:

Ven, Espíritu Creador, visita las almas de los fieles; e inunda con tu gracia los corazones que Tú creaste.Espíritu de Sabiduría, que conoces mis pensamientos más secretos, y mis deseos más íntimos, buenos y malos; ilumíname y hazme conocer lo bueno para obrarlo, y lo malo para detestarlo sinceramente.

Intensifica mi vida interior, por el 
don de Entendimiento.
Aconséjame en mis dudas y vacilaciones, por
 el don de Consejo.

Dame la energía necesaria en la lucha contra mis pasiones, por el 
don de Fortaleza.

Envuelve todo mi proceder en un ambiente sobrenatural, por el 
don de Ciencia.

Haz que me sienta hijo tuyo en todas las vicisitudes de la vida, y acuda a Ti, cual niño con afecto filial, por el 
don de Piedad.

Concédeme que Te venere y Te ame cual lo mereces; que ande con cautela en el sendero del bien, guiado por el 
don del santo Temor de Dios; que tema el pecado más que ningún otro mal; que prefiera perderlo todo antes que tu gracia; y que llegue un día a aquella feliz morada, donde Tú serás nuestra Luz y Consuelo, y, cual tierna madre; enjugas “toda lágrima de nuestros ojos”, donde no hay llanto ni dolor alguno, sino eterna felicidad. Así sea.
Feliz día de Pentecostés.
Hasta muy pronto,
cristina


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