martes, 13 de mayo de 2014

Confesarse

Confesarse


¡Buenos días!
Habíamos quedado en la última entrada en que hoy hablaríamos de la confesión. La confesión es uno de los sacramentos de la Iglesia, instituído por Jesucristo, también conocido como sacramento de la reconciliación, del perdón, o incluso de la alegría.
EN LA ENTRADA ANTERIOR tienes un video que nos recuerda qué es la confesión y cómo se hace.

Quizá te estés preguntando por qué confesarte. Quizá creas que es suficiente hablarlo con Dios en tu corazón.
Bueno, verás: Jesucristo nos dio la Iglesia, nos la dejó junto con Él mismo, verdaderamente presente en la Hostia que vemos y que realmente es Cristo. Él quiso que fueran los sacerdotes, sucesores de aquellos primeros discípulos a los que dio el poder de perdonar nuestros pecados. En realidad, como habéis visto en el video, quien perdona es Dios. Y siempre perdona. Y perdona todo. En la Iglesia Católica lo hacemos como el Señor nos ha dicho: a través de sus intermediarios, que escuchan y transmiten el perdón de Dios.
La parte más individual es hacer un buen examen de conciencia para concretar qué pecados decimos al sacerdote, y a continuación arrepentirse de corazón de esos pecados. Es necesario también tener la intención de no volver a cometerlos: la intención; si luego caemos otra vez...pues nos confesamos de nuevo pidiendo a Dios más fuerzas para no recaer.
Sobre el examen de conciencia me gustaría ofrecer unas sencillas pautas, para acercarse al sacramento con cierta preparación, aunque creo que si hace mucho que no vas, el sacerdote aquí puede ayudarte y mucho. En cualquier caso, puedes ir pensando en estas cosas, que he tomado de www.encuentra.com


• ¿Cuando fué mi última Confesión? ¿Me he acercado indignamente a recibir algún sacramento? 
• ¿He dudado o negado las verdades de la fe católica? ¿He puesto en peligro mi fe leyendo libros o revistas contrarias a la fe católica o he asistido a reuniones de sectas que no son católicas? ¿He sido supersticioso o practicado el espiritismo?
• ¿He tomado el nombre de Dios en vano? ¿He blasfemado? ¿He jurado sin necesidad o sin verdad?
• ¿He faltado a Misa los domingos o días festivos por mi culpa y sin una razón grave? ¿He cumplido los días de ayuno y abstinencia?
• ¿He desobecido a mis padres o superiores en materias de importancia?
• ¿Tengo enemistad, odio o rencor contra alguien? ¿Rehuso perdonarle? ¿Me he embriagado, bebido con exceso o tomado drogas? ¿He practicado, aconsejado o facilitado el grave crimen del aborto?
• ¿He aceptado pensamientos o miradas impuras? ¿He visto películas inmorales? ¿He tenido conversaciones vulgares o impuras? ¿He realizado actos impuros? ¿Solo o con otras personas? ¿Del mismo o distinto sexo?  ¿He tomado píldoras anticonceptivas o usado algún otro método artificial para evitar tener hijos?
• ¿He tomado dinero o cosas que no son mías? ¿Cuánto? ¿He restituido o reparado por el daño causado? ¿He sido honrado en mis negocios?
• ¿He dicho mentiras? ¿He calumniado o descubierto, sin causa justa, defectos graves de otra persona, aunque sean ciertos, pero no conocidos? ¿He hecho juicios temerarios contra el prójimo? ¿He reparado el daño que haya podido seguirse?
Si se recuerdan otros pecados, deben mencionarse en la confesión.

Te repito que puedes, si lo prefieres, acercarte a un sacerdote y pedirle que te ayude. Para eso están. Fíjate lo que nos dijo ayer el Papa Francisco: "Por favor, molestad a los pastores" para recibir "la doctrina, la gracia y la guía".

Hasta pronto,
cristina

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